domingo, 6 de mayo de 2018

Orgullosos de nuestra tierra

No es Escocia, es el lago de Sanabria, en Zamora, y el Pozo Curavacas, en Palencia.

Pozo Curavacas, en la Montaña Palentina (Foto: Blog Descubrecastilla)

No es Noruega, son los Arribes del Duero.

No es Río de Janeiro, es el Cristo del Otero de Palencia.

No es Nepal, son los Picos de Europa y la Montaña Palentina.

No es Francia en el valle del Loira, es el vino de la Ribera del Duero o el Canal de Castilla.

No es Roma, es el acueducto de Segovia o la Villa Romana de La Olmeda.

No es Barcelona, es el Palacio de Astorga o la arquitectura modernista de Palencia (Fundación Villandrando: “Palencia representa el más importante conjunto de arquitectura modernista fuera de Cataluña”).


Ejemplo de arquitectura modernista en Palencia (Fundación Villandrando)


No es Inglaterra, es la Laguna Negra de Soria.
 

No es la antigua Edad Media, es la ciudad de Salamanca o el casco antiguo de Carrión de los Condes o Saldaña.

No es Sevilla, son la Semana Santa de Valladolid, Zamora, Palencia...

No es Disney, es el Alcázar de Segovia.

No es China, es la Muralla de Ávila.

No es el Vaticano, es la catedral de Burgos, la de León, la de Palencia...

No es la ciudad turca subterránea de Derinkuyu, es el Cerrato palentino.

sábado, 5 de mayo de 2018

El canto castellano supera a los de las demás regiones en variedad melódica

Gonzalo Castrillo, en Estudio sobre el canto popular castellano (1925), dice de él:

"Es tal la importancia del canto popular castellano en la música nacional, que yo me atrevo a asegurar que, entre todos los de las otras regiones peninsulares, es el más típico y característicamente indígena, el que encierra más variedad melódica, más riqueza sentimental (...)".